Cuando una boda está en la mira por lo general quien se hace cargo de
los preparativos es la novia, es ella quien se echa al hombro la gran tarea de
ver cada detalle para la celebración del día más importante de sus vidas. Y
dependiendo del presupuesto con el que se cuente, también verá la forma de
estirar el dinero para cubrir los gastos de todo lo necesario ella desea para
su matrimonio. Llegado el momento de suprimir algunas cosas para reducir
gastos, las novias quitan de su lista el maquillaje de novias.
Equivocadamente ellas prefieren quedarse con la inversión del peinado y
dejan de lado el maquillaje de novias, desconociendo lo importante que resulta
la apariencia de su rostro, de nada valdría tener un hermoso peinado y tocado,
cuando su maquillaje es pésimo.
Algo que lleva a las novias a suprimir el maquillaje es pensar que ellas
pueden hacerlo solas o solicitar a alguna amiga o familiar que siempre luce
bien maquillada, pensando que de esta manera se podrá salvar el arreglo de su
rostro, y llegado el momento quedan tan inconformes con lo que tienen frente al
espejo que pretender conseguir un maquillador profesional a ultima y casi no
los encuentran, menos aún si es fin de semana, porque ya fueron contratados con
antelación.
Para evitar tener estos molestos contratiempos, es imperioso que se
considere como primordial todo lo que tenga que ver con la presentación de los
novios, recuerden que este será su gran día y serán el centro de atención de la
ceremonia y celebración. Se puede obviar algunos que otros detalles, pero hay
que estar conscientes de lo que realmente es indispensable.
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